Inteligencia Emocional y las Competencias Comportamentales

Por: Henry Sánchez Rondón

Cada día la demanda de competencia en la persona es mayor, frente a la complejidad de un entorno permanentemente cambiante y competitivo. Dado a los requerimientos que los escenarios requieren de acuerdo a los roles y funciones a desempeñar que son cada vez  más exigentes. Razón fundamental para dominar una serie de competencias para  poder desempeñar con éxito sus funciones. Entre ellas mencionaría las competencias Emocionales y Comportamentales.

El modelo de competencias integrado a los distintos sistemas de Gestión de Recursos Humanos en empresas privadas, como instituciones públicas y educativas, no se han venido aplicando para la buena administración del personal, lo cual no genera conciencia a niveles gerenciales y de esta forma no se cumplen las políticas enmarcadas por Recursos Humanos.

Según Spencer y Spencer una competencia es: “Una característica del individuo que está casualmente relacionada con un estándar de efectividad y/o con un desempeño superior en un trabajo o situación”.

Competencias Comportamentales

Competencia comportamental es la capacidad de ponerse en contacto con las demás personas, poder integrar e identificar sus propias emociones, motivos y pensamientos, experimentando su gestión consciente de expresarlas de manera efectiva en la forma de comportamientos y actitudes para asegurar una mayor satisfacción y logros en su vida  personal y profesional.

No hay manera de tomar una buena decisión sin tener en cuenta las emociones que están siempre presentes en nuestras vidas. Una buena decisión es siempre el resultado de la combinación racional de las capacidades y la integración emocional o incluso de las funciones que están presentes en el hemisferio izquierdo y derecho  de nuestro cerebro. Es un error pensar que hay sentimientos y emociones en cualquier decisión que tomemos, por racional que parece ser o quieren que sea.

En otras palabras, debemos ser plenamente conscientes  en todo lo que hacemos, con la razón y la emoción de trabajo en colaboración. Resulta que, contrariamente a lo que ocurre con la parte racional de la vida, es la naturaleza de la parte emocional de la vida a través de ese oculto e inaccesible a nuestra conciencia. Por eso, a veces, como analfabetos emocionales, tomar decisiones que no parecen ser la nuestra y no incluye nuestras necesidades reales.

La competencia emocional, hoy día en el mundo empresarial o institucional es de fundamental importancia. En la actualidad se conoce, a través de varios estudios que el éxito diferencial de muchos empresarios, líderes mundiales y los benefactores de la humanidad está más en la personalidad que por haber asumido el conocimiento académico.

 Las competencias Comportamentales se refieren a las habilidades, destrezas, conocimientos, actitudes, los valores, los intereses y las motivaciones que determinan el potencial de una persona para alcanzar un nivel de desempeño y desarrollo esperado. Teniendo en cuenta dos perspectivas, la comunicación humana y la Inteligencia emocional.

De acuerdo a las competencias comportamentales quiero central la atención a las  habilidades, destrezas y conocimientos.

Cuando hablamos de habilidades y destrezas, nos referimos a las Competencias Comportamentales tales como: liderazgo, trabajo en equipo, comunicaciones interpersonales (empatía y socialización), creatividad, atención al usuario, orientación al cliente, etc.

En lo que concierne a los conocimientos, son los Conocimientos técnicos – profesionales propios de la especialización o del trabajo que cada uno realiza, por ejemplo: contabilidad, servicios generales, informática, sistemas, jurídica, bienestar, etc.

Uno de los activos más importantes dentro de toda empresa o institución son las personas que la conforman. Por esto es tan importante su conocimiento, habilidades y destrezas, como lo es su comportamiento frente a las diferentes responsabilidades, situaciones y personas dentro y fuera de la organización.

 El éxito dependerá, en gran medida, de la actitud y comportamiento de su personal frente a las responsabilidades y los retos impuestos   por la estrategia de la empresa o la institución.

Es importante aclarar para finalizar que las competencias por ser comportamientos, habilidades y conocimientos pueden ser desarrolladas y modificadas por capacitación.

A lo largo de mi experiencia me  he dado cuenta que de acuerdo a nuestra cultura en Latinoamérica no favorece mucho la Inteligencia Emocional, siendo uno de los motivos por los que en situaciones personales o laborales, no se llega a alcanzar la productividad que se esperaría. Qué bueno que se implementen entrenamientos de las competencias teniendo en cuenta el proceso que se lleva a través de la ciencia y el arte de la  Programación Neurolingüística Triádica – PNLT.

Para Boyatzis (Woodruffe, 1993) son: «conjuntos de patrones de conducta, que la persona debe llevar a un cargo para rendir eficientemente en sus tareas y funciones”.