Inteligencia Emocional – la Música y la Actividad Cerebral

Por: Henry Sánchez Rondón

Música e inteligencia emocional

Muchos estudios científicos han venido  comprobando modelos comunes entre la música y la actividad cerebral ya que están intensamente conectados. El compositor cuando compone o  produce la música su manifestación prácticamente es   el reflejo de  su mente, sus pensamientos y sus ideas musicales. A través de la música se genera al cerebro una gran ayuda para que se produzcan emociones, lo cual, van más allá de los estímulos  auditivos.

La música tiene un gran poder, cualquier banda sonora se convierte en el complemento perfecto de una escena romántica, suspenso o terror e incluso existen melodías que pueden tener un gran significado para una persona, ejemplo, un recuerdo, la madre, la infancia etc. Como también existen composiciones que nos producen tensión, alivio, angustia, melancolía, apasionamiento, alegría, despreocupación o cualquier otro sentimiento de emoción humana.

De acuerdo a investigaciones realizadas entre la conexión de la música y el cerebro se encuentran dos físicos norteamericanos que realizaron un gran aporte. Ellos son, Simona Bianco y Paolo Grigolini, del Center for Nonlinear Science de la Univ. De North Texas.

Ellos para determinar ese gran alcance de la influencia de la música al cerebro  realizaron una actividad cerebral la cual fue monitoreada a través de un electroencefalograma (EEG). Éste tipo de prueba se utiliza para registrar la actividad eléctrica del cerebro.  Cuyos registros de señales eléctricas se tomaron sobre la superficie del cerebro. Esta técnica es conocida en neurofisiología para diagnostico de las enfermedades que afectan a la función del cerebro.

Actividad cerebral

Los investigadores mapearon la actividad cerebral y las composiciones  por regiones de similitud puntuada por saltos donde un cambio significativo ha ocurrido. Los datos ilustraron la similitud entre patrones de señales eléctricas en el cerebro y las composiciones musicales.

 El cerebro asimismo activa multitud de redes neuronales en el reconocimiento de la música que ya ha oído o que ya conoce, y estas redes son las mismas  que nos permiten el reconocimiento de cualquier proceso de aprendizaje que se realiza de forma sensorial o a través de los sentidos.

Gordon Shaw, Dennis Silverman y John pearso presentaron el modelo trion de la estructura de las estructuras cerebrales. Un nuevo entendimiento de cómo la estructura física del cerebro produce patrones específicos de descargas eléctricas que crean el lenguaje común  entre las neuronas. Posteriormente se descubrió que esos procesos corresponden a los modelos encontrados en la música.

Propusieron que la música debía ser considerada como un “pre-lenguaje” y que el entrenamiento musical a una temprana edad podía ser útil para “ejercitar” el cerebro y adquirir funciones cognitivas superiores. Según estudios se ha determinado que los  niños a la edad pre escolar que tienen entrenamiento musical demuestran una mejoría significativa en la capacidad de razonamiento espacial. El efecto puede aumentar si la prueba se repite durante varios días o mucho más tiempo.

La musicoterapia es considerada como la terapia basada en la producción y audición de la música, escogida por sus resonancias afectivas, por las posibilidades que da al individuo de expresarse en el ámbito individual y de grupo. Se utiliza con éxito en numerosas instituciones especializadas en la reeducación de niños inadaptados, por sus efectos positivos, produciendo relajamiento o acción, según los casos, y creando una atmósfera de alegría y confianza.

La música enriquece la vida, y por este motivo es necesario que rodee el niño disminuido en un ambiente musical rico y controlado de estímulos puesto que esta experiencia sensorial es lo que le va a proporcionar un desarrollo emocional, psicofisiòlogico y social equilibrado.

Influencia de la música

De acuerdo a muchos estudios e investigaciones se ha considerado  que  la música tiene una serie de efectos fisiológicos.  La música influye sobre el ritmo respiratorio, la presión arterial, las contracciones estomacales y los niveles hormonales.  Los ritmos cardiacos se aceleran o se vuelven más lentos de forma tal que se sincronizan con los ritmos musicales.  También se sabe que la música puede alterar los ritmos eléctricos de nuestro cerebro.

Cómo también se ha comprobado que los terapistas musicales utilizan el sonido  para ayudar con una amplia variedad de problemas médicos, que van desde la enfermedad de Alzheimer hasta el dolor de muelas. Los médicos hoy día deben conocer  acerca del poder del sonido. Los investigadores han producido evidencia de la habilidad de la música para disminuir el dolor, mejorar la memoria, reducir el estrés, estudiar y desarrollar procesos de superaprendizaje.